San Urbeciana 2016: II/VII: Buerba-Albella

09.06.2016 23:04

Como ya indicamos hace unas semanas (pulse aquí para ver la primera etapa), ha sido el octavo año que recorremos de norte a sur nuestras montañas tras los pasos de San Úrbez. Dejaremos que las imágenes hablen más que el texto. Hemos recorrido de norte a sur las montañas de Huesca, desde el domingo 17 de abril al sábado 23 de abril, desde las altas tierras de Sastral, en Añisclo, hasta la vieja Osca, Huesca. Recorremos año a año en abril el que llamamos "el camino de San Úrbez", impresionante corte norte-sur de las montañas altoaragonesas, lleno de etnología, religiosidad popular, caminos tradicionales, compañerismo y amistad.

En la segunda etapa llegaremos desde Ballibió, en Buerba, hasta uno de los lugares más sagrados de San Úrbez, el epicentro devocional de Albella. Intentando no repetirnos en las tomas de otros años, damos paso a continuación a las imágenes, que hablen ellas... 

Veamos el trazado sobre un viejo mapa. Pasamos por Yeba, Campol, Villamana y por fin Albella:

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Abajo, monte de Buerba, completamente enfajado, y el camino discurriendo en sabio trazado, perdiendo y ganando la mínima altura posible para sortear los barrancos.

Abajo, la comitiva apenas destaca en el mar de arizones.

Abajo, en los campos de Nabarra, viejo despoblado de Moniello, Ricardo de Galbán e Buerba canta la tradicional jota. Para oírla, pulse aquí y accederá a nuestro canal You Tube.

Abajo, Ricardo "torna ta casa" con su fiel perro; Sastral al fondo.

Abajo, cruce del Yesa, sin problema en esta ocasión. El Yesa se une al Bellós y rápidamente al Cinca en Escalona, uno de los grandes afluentes del Ebro.

Abajo, borda y campo de casa Santolaria de Yeba, nada más cruzar el Yesa.

Abajo, comitiva en el muro del camino.

Abajo, caseta en el campo de Santolaria, bajo Yesa. La belleza de lo útil.

Abajo, llegando a Yeba, con Sastral y las Tres Marías al fondo.

Abajo, bonita imagen de Yeba.

Abajo, avanzando desde Yeba hacia el camino de Las gargantas, vista panorámica desde "A Cucuta Yeba", justo en el cambio de vertiente del Yesa/Bellós/Cinca respecto al Ara.

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Abajo, una vez recorrido el camino maravilloso de Las Gargantas, salida que fué buscada y necesitada por los pueblos de Yeba, Ceresuela... a la ribera del Ara, recorrimos el caxicar de la solana Campol, uno de los pueblos más situados al sureste del arrasado Valle de La Solana, de más de veinte núcleos.

Abajo, Campol, en la cresta de un "serrato".

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Abajo, muros del cementerio de Campol, y recuerdo de los últimos vecinos aquí enterrados.

Abajo, piedra, madera, y vida.

Abajo, habiendo dejado atrás ya Campol y Villamana, hemos cruzado el Ara por el puente colgante de Lacort, pisando la cabañera de Fanlo que durante miles de años ha conducido los ganados a tierra baja. No es casualidad que los romeros de Albella hollaran con sus pies los mismos caminos que la tradición marca para los ganados, ambos son caminos desde que el hombre dejó de ser nómada y comenzó su vida semisedentaria, con migraciones estacionales.

Abajo, Cerca de Albella ya, los campos de Recuengo, aún del pueblo de Lacort.

Abajo, retablo de la ermita de San Úrbez de Albella. La talla de mano derecha del espectador es el San Úrbez de la Iglesia, en proceso de ruina, salvo la torre, restaurada en su techumbre recientemente. Se adivina en el retablo las tablas de pintura que ilustran los milagros más famosos del mozo Úrbez.

Abajo, siglos de tradición nos contemplan. Ropones, cayados y rosarios de los romeros.

Abajo, imagen de la luz que ilumina la fe.

Abajo, la cofradía de Albella, como es costumbre, nos recibe con los brazos abiertos y nos invita a una frugal merienda. Gracias, como todos los años, a Fernando de Villacampa, A Silvino y Sonia de Cebollero, a Ramón de Fuertes...

Abajo, por fin llegando a casa Allué (entrevista aquí), donde Lucy y Simon nos acogieron.

Abajo, por último, inconfundible visión de casa Cebollero de Albella, aquella que acogió a Lucién Briet y otros incansables viajeros.

Albella es un pueblo de una belleza y paz especial, allí descansamos, tras una cena de confraternización en casa Allué de los "nuevos romeros" con algunos de los vecinos. 

Hasta pronto.