Hurto en San Úrbez de Cerésola

10.12.2017 15:00

Como bien sabéis la mayoría, a la hora de preparar la romería familiar de casa Juan Domingo de Cerésola en su ermita de San Úrbez, en la pardina de Saliellas, se han dado cuenta de la ausencia de una piedra tallada, que se halló hace décadas en el corral (ubicación de la antigua ermita) y que reza "San Vrbez Ora Pro Nobis", además de la lata con el cuaderno de firmas.

Visto el hecho, hicimos circular la noticia:

Detalle de la piedra sustraída:

Estas líneas son para agradecer a todas las personas que han sido sensibles a la llamada que hicimos a la participación ciudadana. En pocas horas, a través de grupos de Whatsapp, grupos de correos, Facebook (tenemos amigos y colaboradores urbecianos muy activos en esta red social: Ignacio, José Miguel, José Luis... donde ha sido compartida centenares de veces), la noticia ha tenido cierta dimensión, contactando con los dueños de la ermita tanto del Heraldo como de Radio Huesca.

Abajo, noticia del Heraldo de hoy domingo:

(pulse para ampliar)

Es evidente que no sabemos si la piedra aparecerá o no aparecerá. No podemos decir que es lo de menos. Dada la trascendencia y globalidad de internet, digamos que su posesión se ha hecho "bastante incómoda" que es realmente lo que se pretendía. Si tecleáis "san urbez ora pro nobis" que es el texto tallado, veréis como la primera entrada es noticia del robo. No es fácil hacer más, además de temas legales (Guardia Civil...).

 
Abajo, preciosa estampa del interior de la ermita rupestre:
 
 

Creo que hay que realizar una lectura positiva, y no es un brindis al sol, noticia positiva con al menos TRES CARAS:

 

- Nos ha hecho conscientes de la generosidad de los propietarios, que durante décadas y décadas la han tenido y tienen abierta, al visitante, al viajero, al devoto, en un gesto totalmente anónimo y desinteresado de hospitalidad sincera.

 

- Nos ha revelado en negro sobre blanco la bondad de la gente, siendo un lugar apartado, y al que se puede acceder en vehículo hasta una veintena de metros, habrán pasado centenares de personas ANÓNMAS que han respetado la magia indiscutible del lugar, ese conjunto de agua-piedra-fe, y han dejado como única huella, si acaso, una mención en el libro de firmas.

 

- Nos ha demostrado que la comunidad urbeciana está, estamos, muy vivos. Se vió este año en la romería de Nocito, y se ve cada día. Es muy difícil luchar contra la despoblación radical de su zona tradicional de devoción, contra la laicidad extrema de los tiempos, contra la ley de vida natural que superpone una generación sobre otra que desaparece, pero no hay ninguna duda: San Úrbez está muy vivo, y es cosa de cada uno individualmente que siga así, y de todos en conjunto también, trabajando por transmitir la memoria del Santo y de su arrasada tierra y gentes, siempre con altura de miras diferenciando lo importante de lo accesorio, la pervivencia de la memoria colectiva sobre las normales diferencias humanas.

 

Hasta pronto